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11 de febrero de 2021

Jueves 11 de Febrero de 2.021

Tiempo Ordinario/5º – Bienaventurada Virgen María de Lourdes

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 2, 1-11

“Llenad las tinajas de agua”

1Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la Madre de Jesús.2Fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. 3No tenían vino, porque el vino de la boda se había acabado. En esto dijo la madre de Jesús a éste: No tienen vino. 4Díjole Jesús: Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? No es aún llegada mi hora. 5Dijo la madre a los servidores: Haced lo que Él os diga.

6Había allí seis tinajas de piedra para las purificaciones de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres metretas. 7Díjoles Jesús: Llenad las tinajas de agua. Las llenaron hasta el borde, 8y Él les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Se lo llevaron, 9y luego que el maestresala probó el agua convertida en vino — él no sabía de dónde venía, pero lo sabían los servidores, que habían sacado el agua —, llamó al novio 10y le dijo: Todos sirven primero el vino bueno, y cuando están ya bebidos, el peor; pero tú has guardado hasta ahora el vino mejor. 11Este fue el primer milagro que hizo Jesús, en Caná de Galilea, manifestó su gloria y creyeron en Él sus discípulos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

“Llenad las tinajas de agua”

Vamos a ver, amigo-a, ¿qué le falta a tu vida?, veo que no tienes vino, lo has gastado, ya no te queda alegría, ni tienes felicidad. Entonces, sigue el consejo de Jesús, Dios, y “llenad las tinajas de agua”, esa agua del bautismo, esa fe, que te pertenece por ser católico-a, llena de ella por la plegaria, por pedirle a Dios te cubra con la bendición de la fe, y tendrás fe. ¿Tú sabes lo feliz que puedes llegar a ser con la fe?… ¡Madre mía!, las cosas que puedes hacer con la Virgen María. Te llenarás de alegría, porque Ella, bendita Ella, que sabe dónde está el bien y la felicidad, dice: “Haced lo que Él os diga”.

Dios quiere que ames a los demás, que les tengas paciencia, aunque no les comprendas, aunque hagan maldades; tú tenles paciencia, en el sentido de que no te llenes de ira, y debes seguir haciéndoles un bien, el de mostrar tu vida llena de bondad, ¡también con ellos!. Porque los que te conocen, te miran, te controlan, te observan, aunque sea de lejos, y dicen de ti cualquier cosa, pero hay una verdad que queda escrita, ésta que se sabrá al final de los tiempos, cuando el mundo termine y todos estén en la otra vida.

P. Jesús

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