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11 de diciembre de 2020

Viernes 11 de Diciembre de 2.020

Tiempo de Adviento/2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 11, 16-19

Juicios sobre la generación presente

(Dijo Jesús a la muchedumbre): 16¿A quién compararé yo esta generación? Es semejante a niños sentados en la plaza, que se gritan unos a otros, 17diciendo:

<<Os tocamos la flauta, y no habéis danzado; hemos entonado canto de duelo, y no os habéis golpeado el pecho>>.

18Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dicen: Está poseído del demonio. 19Vino el Hijo del hombre, comiendo y bebiendo, y dicen: Es un comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores. Y la Sabiduría se justifica por sus obras.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Juicios sobre la generación presente

¡Niños, niños! Entrar en Casa, venid a la Iglesia, dejad ya de jugar en las plazas queriendo vivir siempre, cuando la vida presente va de poco tiempo frente a la Eternidad. Porque cuanto más te perfecciones aquí, más gozarás Allí, en el Cielo Eterno, en el Reino Celestial, donde las almas puras van a disfrutar de la dicha sin fin, y las otras, arrepentidas de su maldad, tienen que hacer penitencia para que así el corazón del pecador sepa reconocer a Dios y quererse gozar sólo en lo que le hace feliz a Él.

¿Quién quiere hacer feliz a Dios?, ¿tú?…

Todos quieren ser felices ellos, pocos aman de verdad, porque, el que ama de verdad, quiere que la persona amada sea feliz, y no le importa sacrificio alguno para hacer feliz a la persona a la cual ha entregado su corazón.

Y tú, ¿a quién has entregado tu corazón?…

A Dios debes entregarlo, y sólo debe interesarte la felicidad que puedas darle al Amor, a Dios.

Algunos, van de lo más despistado, aman poco y mal a Dios, a ellos mismos y a sus semejantes. Van como animalitos asustados, viviendo el disfrutar del presente sin mirar las consecuencias de sus actos. Y van deshojando margaritas para saber si son amados. Y, ¡claro que lo son!, ¡Dios os ama a todos, hijos de Dios!

Coge una escoba y barre tu corazón de todo lo que estorba la entrada del Amor, de Dios.

Empecemos: fuera el egoísmo; de ahora en adelante, antes de pensar en ti, pensarás en los demás. ¡Claro que te costará!, pero aprenderás. ¿Cómo? Te lo digo: en vez de compararte con lo que otros tienen y tú no, piensa en lo que tienes tú y puedes y DEBES dar a otros. ¡No vale hacer trampas!, ¿eh? ¡que Dios te ve! SIEMPRE. Así, que a ser justo, y si tienes esto y lo otro, lo debes tener en cuenta, y en vez de tener envidia de lo que los demás tienen, debes aceptar lo que Dios te ha dado, o te ha concedido, o te permite tener para repartir. ¡Que no!, que no me vengas con esas de que tú tienes menos. Te lo diré claramente, hijo bueno, lo que te ocurre es que no cuidas de lo que tienes y se te estropea, y, ¿quién va a querer esto?… vamos, vamos, a ver si valoras y cuidas lo que tienes.

¡Claro!, has pasado tanto tiempo estando pendiente de lo que tienen los demás, que ni sabes lo que tienes. Empecemos. Coge un papel y apunta… contesta:

¿Estás vivo?… ¡Yo diría que sí!, pero con este pesimismo con el que andas, pues… ¡qué vida tan triste llevas!, ¿no?… Pues, ¡vamos!, empecemos con esto. Apunta… ¡Vaya!, ¿Que te has olvidado de sacar punta al lápiz? ¡Hombre de Dios!, ya eres mayor y puedes usar el bolígrafo, porque lo que tienes, lo tienes, es tuyo, y no hará falta que taches nada.

Empieza…

Vida, fe, esperanza…

Sigue apuntando…

Ya, ya… ¿Que no tienes caridad?… Me lo temía… Que por no tener, no tienes clara ni la definición de lo que es caridad; que te suena a dar dinero, jajajajaja, ahora sí que me has hecho reír, ¡mira que sí!

Voy a ir de profesor, y te cuento lo de la caridad… Mejor te lo cuento mañana, porque es largo de contar.

Un abrazo, mi querido hermano, hijo de Dios.

¡Hasta mañana! Tú sigue haciendo la lista.

P. Jesús

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