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10 de octubre de 2016

Lunes 10 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 11, 29-32

Juicio severo sobre la presente generación

Luk 11:29 Creciendo la muchedumbre alrededor de Jesús, comenzó a decirles: «Esta generación es una generación mala; pide una señal, y no le será dada otra señal que la de Jonás.
Luk 11:30 Porque como fue Jonás señal para los ninivitas, así también lo será el Hijo del hombre para esta generación.
Luk 11:31 La reina del Mediodía se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y hay aquí algo más que Salomón.
Luk 11:32 Los ninivitas se levantarán en el juicio contra esta generación, porque hicieron penitencia a la predicación de Jonás, y hay aquí más que Jonás».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Juicio severo sobre la presente generación

Tú también buscas una señal, quieres que te aseguren que la fe católica es la verdadera, ¡quieres pruebas!

Y, ¿que ves?…

Católicos mediocres, y algunos malos, que siguen ocupando los primeros bancos en la Iglesia; y sabes de sacerdotes que obran mal, y te cuentan que ha habido Papas que permitieron e hicieron actos indignos de un católico fiel a Cristo Rey.

Yo, también como tú, veo lo mismo, igual, y más; veo que tú, siendo católico, en vez de aprender de tu fe, te das al chismorreo y sigues dejando que “esos” ocupen los primeros bancos; no te decides a ocuparlos tú, y dar tú, ejemplo de buen creyente, de fiel católico, de apóstol de Cristo.

Mira hijo-a, no te van a dar nada, tienes que ganarte tú mismo-a, el recibir la Gracia de Dios. Tienes, debes de ser humilde y aprender tu fe, no por comentarios de unos y otros, sino leyendo la Sagrada Escritura, meditando la Palabra de Dios, y escuchando al Verbo, que habló, siendo lo que es: Cristo Rey, el Hijo de Dios, la Palabra, hecha hombre.

Créeme, reza a Dios Padre, por Jesús, y pide, pide el don de la fe; y la verdadera fe, es la tuya, la Católica, en la que te bautizaron, la que tiene herencia, la que debes propagar con tus obras de fe, por saberla, por guardarla en tu corazón y vivir de ella, de tu fe verdadera.

Confía en Dios.

P. Jesús

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