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10 de julio de 2021

Sábado 10 de Julio de 2.021

Tiempo ordinario 14º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 10, 24-33

No está el discípulo por encima del maestro

(Dijo Jesús a sus apóstoles): 24No está el discípulo sobre el maestro, ni el siervo sobre su amo; 25bástale al discípulo ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al amo le llamaron Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos! 26No los temáis, pues, porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse. 27Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, predicadlo sobre los terrados. 28No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla; temed más bien a aquel que puede perder el alma y el cuerpo en la gehenna. 29¿No se venden dos pajaritos por un as? Sin embargo, ni uno de ellos cae en tierra sin la voluntad de vuestro Padre. 30Cuanto a vosotros, aun los cabellos todos de vuestra cabeza están contados. 31No temáis, pues valéis más que muchos pajarillos. 32Pues a todo el que me confesare delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre, que está en los cielos; 33pero a todo el que me negare delante de los hombres, yo le negaré también delante de mi Padre, que está en los cielos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No está el discípulo por encima del maestro

A ti te basta llegar a ser como el maestro, como Jesús, el Hijo de Dios. Y puedes intentarlo y tienes la ayuda de Dios, que te la entrega mediante sus sacramentos, para que llegues a ser como Él, para que te esfuerces en serlo, para que lo seas y te salves, para que vivas feliz en esta tierra que es llanto y dolor por la imperfección propia y ajena. Tú estás preparado para intentar ser santo, e intentarlo cada día, todos los días de tu larga vida, porque te deseo larga vida; quiero que los que quieran ser santos tengan larga vida, para que su sabiduría y sus obras de caridad sean vistas por muchos y sentenciadas a la belleza de la fe en acción, en un corazón enamorado de Dios y practicante de la oración continua en la presencia espiritual de Dios, que tanto ama y amó y amará a sus discípulos, ¡a ti! ¡Bendito seas, hijo-a de Dios!

P. Jesús

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