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10 de julio de 2018

Martes 10 de Julio de 2.018

Tiempo Ordinario /14º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 9, 32-38

Jesús, Dios, siente compasión por ti

32Salidos aquéllos, le presentaron (a Jesús) un hombre mudo endemoniado,33y, arrojado el demonio, habló el mudo, y se maravillaron las turbas, diciendo: Jamás se vio tal en Israel. 34Pero los fariseos replicaban: Por medio del príncipe de los demonios expulsa a los demonios.

35Jesús recorría ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.36Viendo a la muchedumbre, se enterneció de compasión por ella, porque estaban fatigados y decaídos, como ovejas sin pastor. 37Entonces dijo a los discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.38Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios, siente compasión por ti

Amigo de Cristo, hijo de Dios, amado por la Virgen María, tu Madre, tu verdadera Madre que está en el Cielo y es Reina de Cielos y tierra, ¿dónde tienes tu corazón?, ¿a quién lo has confiado?, ¿en quién has depositado tus sentimientos?, ¿con quién compartes lo que debería ser primero, de Dios?

Deja que Dios te llene de esperanzas. Cubre tu vida de la alegría de la fe. Confía en Dios, en Jesús que te ama.

Hijo, hija, que estás desorientado sin saber a quién amar, si a Juan, o a Juanita, si a Agustín o a Agustina, según seas hombre o mujer. ¡Ama a Dios! Y verás desaparecer al maligno de tu vida, porque sí; Satanás vive en este mundo, es el príncipe del mundo, no es el príncipe del cielo, sino del mundo, no de la tierra sino del mundo, de los mundanos.

Mira a María, entre nubes, resplandeciente como el sol y bañada su sonrisa con la luz de la luna, que alumbra por la noche, cuando estás a oscuras; esos labios de la Virgen, con sonrisa de luna llena, te dicen que confíes en Dios, en Jesús, el Mesías. Deja que tanta bondad y belleza juntas, como están en la Madre Virgen de Dios, te visiten en este corazón tuyo, que tantas puñaladas ha recibido en la noche oscura de tu fe, cuando abriste tu corazón y entraron en él lobos-as, que saquearon todo lo bueno que guardabas de tu niñez, y que vendiste como perlas que fueron robadas de tus sueños, en los que soñaste ser plenamente amado-a.

Hijo, hijito de Dios, mira dentro de tu corazón, este que te lleva a la tumba porque está vacío de amor. Entregaste todo tu amor a quien no debías, y te saquearon, y ahora estás vacío y olvidado como un viejo barco hundido en las profundidades de tu océano, de estas lágrimas que has vertido deseando, ¡tanto!, ser querido.

Hijo, hija, del sangrante corazón de Jesús, del inmaculado corazón de María, ¿qué has hecho con tu triste vida?…

Llora…

P. Jesús

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