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10 de abril de 2015

Viernes 10 de Abril de 2.015

Evangelio:

San Juan 21, 2-14

Jesús, Dios, te pide

Joh 21:2 Estaban juntos Simón Pedro y Tomás, llamado Dídimo; Natanael, el de Cana de Galilea, y los hijos del Zebedeo, y otros discípulos.»
Joh 21:3 Díjoles Simón Pedro: Voy a pescar. Los otros le dijeron: Vamos también nosotros contigo. Salieron y entraron en la barca, y en aquella noche no pescaron nada.
Joh 21:4 Llegada la mañana, se hallaba Jesús en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús.»
Joh 21:5 Díjoles Jesús: Muchachos, ¿no tenéis a la mano nada que comer? Le respondieron: No.
Joh 21:6 EL les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis. La echaron, pues, y ya no podían arrastrar la red por la muchedumbre de los peces.
Joh 21:7 Dijo entonces a Pedro aquel discípulo a quien amaba Jesús: Es el Señor. Así que oyó Simón Pedro que era el Señor, se puso el sobrevestido, pues estaba desnudo, y se arrojó al mar.
Joh 21:8 Los otros discípulos vinieron en la barca, pues no estaban lejos de tierra sino como unos doscientos codos, tirando de la red con los peces.
Joh 21:9 Así que bajaron a tierra, vieron unas brasas encendidas y un pez puesto sobre ellas, y pan.
Joh 21:10 Díjoles Jesús: Traed de los peces que habéis pescado ahora.
Joh 21:11 Subió Simón Pedro y arrastró la red a tierra, liena de ciento cincuenta y tres peces grandes,y, con ser tantos, no se rompió la red.
Joh 21:12 Jesús les dijo: Venid y comed. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Tú quién eres? sabiendo que era el Señor.
Joh 21:13 Se acercó Jesús, tomó el pan y se lo dio, e igualmente el pez.
Joh 21:14 Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios, te pide

“Díjoles Jesús: Muchachos, ¿no tenéis a la mano nada que comer? Le respondieron: No. ÉL les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis. La echaron, pues, y ya no podían arrastrar la red por la muchedumbre de los peces.”

¡MARAVILLOSO!

Dios, Jesús, se preocupa de ti, pero tienes que vivir en su, digamos, “hábitat”: sin pecado, por haberte confesado, y luego puedes conectarte con Él, y Él, contigo, en tu vida de Gracia Santificante; y entonces, Dios, Jesús, puede ayudarte más y mejor, porque tienes conexión directa con Él, y Él, Jesús, ya subió al Padre; y con el Padre y Dios Espíritu Santo, tienes la ayuda de Dios Uno y Trino, y es lo mejor de lo mejor; encuentras peces, encuentras amigos que trabajan contigo en equipo, una familia más unida, y con los buenos resultados de la fe y el esfuerzo, tienes pan, ¡la eucaristía!, y el pan en la mesa de un hogar. Y si aún no tienes esto, lo tendrás si te unes a Dios y le pides ayuda y cumples con los diez mandamientos y viviendo sin pecados, por confesarlos; ya sabes, una vida de Gracia; Dios la quiere para ti, porque allí está Él, en los santos de este tiempo, los que van a poblar el Cielo, ¡Tú!

P. Jesús

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