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1 de febrero de 2022

Martes 1 de Febrero de 2.022

Tiempo ordinario/4º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 5, 22-25.27-30.33-38.40-43

Arrojarse a los pies de Jesús, Dios

22Llegó uno de los jefes de la sinagoga llamado Jairo de nombre, el cual, al verlo, cayó a sus pies.23Y con muchas palabras le rogaba diciendo: Mi hijita está en las últimas; ven e impónle las manos para que se salve y viva. 24Se fue con él, y le seguía una gran muchedumbre, que le apretaba. 25Una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años 27como hubiese oído lo que se decía de Jesús, vino entre la muchedumbre por detrás y tocó su vestido; 28pues se decía: Si tocare siquiera su vestido, seré sana. 29Al punto se secó la fuente de la sangre, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. 30Luego Jesús, sintiendo en sí mismo la virtud que había salido de Él, se volvió a la multitud y dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 33Y la mujer, llena de temor y temblorosa, conociendo lo que en ella había sucedido, se llegó y, postrada ante Él, declaróle toda la verdad. 34Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y seas curada de tu mal. 35Aún estaba Él hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿por qué molestar ya al Maestro? 36Pero, oyendo Jesús lo que decían, dice al jefe de la sinagoga: No temas, ten sólo fe. 37No permitió que nadie le siguiera más que Pedro, Santiago y Juan el hermano de Santiago. 38Llegados a casa del arquisinagogo, vio un alboroto y a las lloronas plañideras. 40Se burlaban de Él; pero Él, echando a todos fuera, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los que iban con Él, y entró donde la niña estaba; 41y tomándola de la mano, le dijo: <<Talitha, qumi>>, que quiere decir: Niña, a ti te lo digo, levántate. 42Y al instante se levantó la niña y echó a andar, pues tenía doce años, quedando ellos fuera de sí, presos de gran estupor. 43Recomendóles mucho que nadie supiera aquello, y mandó que diesen de comer a la niña.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Arrojarse a los pies de Jesús, Dios

Arrójate a los pies de Jesús e implora por la vida de los que amas, y Dios vendrá contigo a tu casa, y aunque por el camino te den malas noticias, Dios seguirá contigo, y tú yendo con Él, aun lo imposible será posible.

No dejes nunca a Jesús, que Él, Dios, después de arrojarte a sus pies suplicándole ayuda, se pone en camino contigo y te acompaña, y las cosas pueden cambiar, ¡todas!, si le das una oportunidad a Dios.

Jairo no despidió a Jesús cuando le dijeron que su hija ya había muerto; él siguió con Jesús, sufrió, tuvo dolor y miedo, pero siguió con Jesús, el Salvador, el Redentor. Tú no dejes a Jesús aún cuando, después de arrojarte a sus pies, Él viene contigo y te encuentras con gente que te dé las peores noticias. Tú sigue con Jesús, Dios, confía en Él, y lo perdido siempre puede ser recuperado. Y si alguien ha muerto sin estar tú a su lado, mientras estabas implorando a Dios en el Sagrario, piensa que existe la resurrección y que la vida continúa, es más, la vida en la tierra es un lapsus de pocos años ante la realidad de toda la eternidad.

Confía en Dios, en Jesús, que no te deja solo en tu dolor, sino que te acompaña; hace callar a la gente y, junto a ti, entra en tu corazón y allí puede hacer vivir lo muerto; cualquier dolor queda aplacado con la paz de tu Señor, de Dios, ¡el Mesías!

Dios te acompaña en el dolor y lo transforma en alegría. Confía. Hay una nueva vida, otra vida, la vida en el Reino de los Cielos; ¡creételo!, porque es de fe.

Un abrazo fuerte y profundo en tu gran dolor. Dios te ama.

P. Jesús

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