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9 de octubre de 2017

Lunes 9 de Octubre de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 10, 25-37

¿Qué debo hacer para conseguir la vida eterna?

Luk 10:25 Levantóse un doctor de la Ley para tentar a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué haré para alcanzar la vida eterna?»
Luk 10:26 Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?»
Luk 10:27 Le contestó diciendo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo».
Luk 10:28 Y le dijo: «Bien has respondido. Haz esto y vivirás».
Luk 10:29 Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?»
Luk 10:30 Tomando Jesús la palabra, dijo: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en poder de ladrones, que lo desnudaron, lo cargaron de azotes y se fueron, dejándole medio muerto.
Luk 10:31 Por casualidad, bajó un sacerdote por el mismo camino, y, viéndolo, pasó de largo.
Luk 10:32 Asimismo un levita, pasando por aquel sitio, lo vio también y pasó adelante.
Luk 10:33 Pero un samaritano, que iba de camino, llegó a él, y, viéndolo, se movió a compasión,
Luk 10:34 acercóse, le vendó las heridas, derramando en ellas aceite y vino; lo hizo montar sobre su propia cabalgadura, lo condujo al mesón y cuidó de él.
Luk 10:35 A la mañana, sacando dos denarios, se los dio al mesonero y le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes, a la vuelta te lo pagaré».
Luk 10:36 ¿Quién de estos tres te parece haber sido prójimo de aquel que cayó en poder de ladrones?».
Luk 10:37 Él contestó: «El que hizo con él misericordia». Contestóle Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

¿Qué debo hacer para conseguir la vida eterna?

Hijo, hija de Dios, puedes consagrarte totalmente a Dios con una vida religiosa, por tu vocación y en unión a un fundador santo de una congregación de Caridad, porque los religiosos viven la caridad en grado máximo, siendo ejemplos buenos de fe y llevando la esperanza a las almas, por su vida de oración, de contemplación y de acción, unidos a Cristo en la Cruz, siendo esperanza del mundo, por ser almas consagradas en la plenitud de vivir la religión de cuerpo, mente y alma.

Para conseguir la vida eterna, sé fiel a tu vocación, y si esta es una vida religiosa, te llevará al Cielo por la Gracia de Dios.

P. Jesús

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