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7 de octubre de 2016

Viernes 7 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 1, 26-38

La anunciación de Jesús

Luk 1:26 En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret.
Luk 1:27 A una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Luk 1:28 Entrando le dijo: «Alégrate, llena de gracia; el Señor es contigo».
Luk 1:29 Ella se turbó al oír estas palabras, y discurría qué podría significar aquella salutación.
Luk 1:30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios,
Luk 1:31 y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús
Luk 1:32 Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;.
Luk 1:33 y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin».
Luk 1:34 Dijo María al ángel: «¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón?».
Luk 1:35 El ángel le contestó y dijo: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado será Santo, será llamado Hijo de Dios.
Luk 1:36 E Isabel, tu pariente, también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que era estéril,
Luk 1:37 porque nada hay imposible para Dios».
Luk 1:38 Dijo María: «He aquí a la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y se fue de ella el ángel.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La anunciación de Jesús

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a pedir a la Virgen María, la llena de Gracia, si quería ser bendecida por Dios, haciéndola su esposa y llevando así en sus inmaculadas entrañas al Hijo de Dios y de su esclava, Ella, María, que se denominó ante el ángel, esclava del Señor, y dijo sí a la alegría de todo corazón que quiere recibir de Dios mismo, la salvación.

Quizás esto tampoco lo sabías, porque no has tenido unos padres que te lo han contado, por eso te lo cuento yo, como te dije hace unos días que te haría de padre, si es que tus padres no cumplieron con su responsabilidad de educarte para salvarte, para vivir feliz en esta vida y en la eternidad.

Te cuento que María, la Virgen Madre de Dios, escuchó al ángel, como ahora tú me estás escuchando a mí, con atención, y tú, como Ella, vas a decir sí a Dios, porque, de veras que te lo digo, lo que es verdad, que Dios se hizo hombre en María y vivió en su vientre virginal hasta el tiempo de nacer y empezar a crecer, para luego morir por ti.

Sé que no lo sabías, o no te acordabas muy bien, porque has estado unos años muy ocupado-a viviendo tu vida, pero al darte cuenta del timo del mundanismo, has vuelto a la Iglesia, y la Iglesia te ofrece el consuelo de una Madre buena, que te ama tanto, la Virgen María, Madre de Dios y tuya, porque… eso te lo contaré otro día. Hoy disfruta de saber que Dios vino al mundo y que se llama Jesús. Recuérdalo, se llama Jesús, ¡Jesús!, y te quiere mucho. Sí, otro día te contaré también cuánto te quiere Dios a ti. No te se me vayas, y sigue leyendo el Evangelio, y continúa después leyendo mis palabras, para que pueda hacerte de padre, siendo un sacerdote que te ama tanto, y que sabe que tus padres se olvidaron de contarte algunas cosas muy importantes para lo más importante, el que pudieras vivir la alegría de la paz, la alegría de un corazón contento, lleno del amor de una madre que te ama, la Madre de Dios.

P. Jesús

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