Domingo 7 de Febrero de 2.016
Evangelio:
San Lucas 5, 1-11 La pesca milagrosa Luk 5:1 Agolpándose sobre Jesús la muchedumbre para oír la palabra de Dios, y hallándose junto al lago de Genesaret, Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
La pesca milagrosa Nadie es digno de Dios, Pedro lo supo y, humillado, se lo dijo a Dios. Tú, y ése, dejad de creeros dioses, y empezad a echaros mar adentro a pescar, porque la pesca la da Dios y no el mar. Entonces, te digo también, tú confía en Dios; incluso pasando crisis económica, confía, porque Jesús quiere que sigas trabajando, aún cuando antes has ido a pedir trabajo y no lo has hallado. Tú, sigue yendo al mar a pescar, porque es Dios quien pone la pesca cerca de tu barca. Confía en Aquel que da buena pesca, incluso en crisis económica, porque tú no dejas de trabajar aunque no hayas pescado antes. Tú, sigue, sigue, continúa buscando trabajo, oportunidades en la vida para prosperar, para vivir cubriendo tus necesidades y las de tu familia; pero sigue al pie de la letra todo lo que hicieron los Apóstoles; ten una barca: un proyecto, una vocación, unos estudios u oficio; y úsalos, ve a buscar trabajo, ¡no te quedes en casa! Aunque estés muy cansado y hayas ido ya esta mañana. Busca, a hora y a deshora, y ve con Jesús, es decir, viviendo en Gracia de Dios, y verás como hallarás trabajo; verás como pescarás y podrás comer, y llamarás a otros para compartir, porque hay que practicar la caridad cuando Dios te da abundancia de bienes. Vé a pescar, pero vé con Dios; no te le dejes en la Iglesia; Él, Jesús, debe venir contigo, allí donde vas tú. Eso es hacerlo todo por Dios, porque Dios te lo pide. P. Jesús © copyright |