Saltar al contenido

7 de febrero de 2016

Domingo 7 de Febrero de 2.016

Evangelio:

San Lucas 5, 1-11

La pesca milagrosa

Luk 5:1 Agolpándose sobre Jesús la muchedumbre para oír la palabra de Dios, y hallándose junto al lago de Genesaret,
Luk 5:2 vio dos barcas que estaban al borde del lago; los pescadores, que habían bajado de ellas, lavaban las redes.
Luk 5:3 Subió, pues, a una de las barcas, que era la de Simón, y le rogó que se apartase un poco de tierra, y, sentándose, desde la barca enseñaba a las muchedumbres.
Luk 5:4 Así que cesó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro y echad vuestras redes para la pesca».
Luk 5:5 Simón le contestó y dijo: «Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y no hemos pescado nada; mas, porque tú lo dices, echaré las redes».
Luk 5:6 Haciéndolo, tomaron una gran cantidad de peces, tanto que las redes se rompían,
Luk 5:7 e hicieron señas a sus compañeros de la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron, y llenaron las dos barcas, tanto que se hundían.
Luk 5:8 Viendo esto Simón Pedro, se postró a los pies de Jesús, diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy hombre pecador».
Luk 5:9 Pues así él como todos sus compañeros habían quedado sobrecogidos de espanto ante la pesca que habían hecho,
Luk 5:10 e igualmente Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Dijo Jesús a Simón: «No temas; en adelante vas a ser pescador de hombres».
Luk 5:11 Y, atracando a tierra las barcas, lo dejaron todo y le siguieron.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La pesca milagrosa

Nadie es digno de Dios, Pedro lo supo y, humillado, se lo dijo a Dios. Tú, y ése, dejad de creeros dioses, y empezad a echaros mar adentro a pescar, porque la pesca la da Dios y no el mar.

Entonces, te digo también, tú confía en Dios; incluso pasando crisis económica, confía, porque Jesús quiere que sigas trabajando, aún cuando antes has ido a pedir trabajo y no lo has hallado. Tú, sigue yendo al mar a pescar, porque es Dios quien pone la pesca cerca de tu barca. Confía en Aquel que da buena pesca, incluso en crisis económica, porque tú no dejas de trabajar aunque no hayas pescado antes. Tú, sigue, sigue, continúa buscando trabajo, oportunidades en la vida para prosperar, para vivir cubriendo tus necesidades y las de tu familia; pero sigue al pie de la letra todo lo que hicieron los Apóstoles; ten una barca: un proyecto, una vocación, unos estudios u oficio; y úsalos, ve a buscar trabajo, ¡no te quedes en casa! Aunque estés muy cansado y hayas ido ya esta mañana. Busca, a hora y a deshora, y ve con Jesús, es decir, viviendo en Gracia de Dios, y verás como hallarás trabajo; verás como pescarás y podrás comer, y llamarás a otros para compartir, porque hay que practicar la caridad cuando Dios te da abundancia de bienes.

Vé a pescar, pero vé con Dios; no te le dejes en la Iglesia; Él, Jesús, debe venir contigo, allí donde vas tú. Eso es hacerlo todo por Dios, porque Dios te lo pide.

P. Jesús

© copyright