Saltar al contenido

7 de abril de 2018

Sábado 7 de Abril de 2.018

Sábado Octava de Pascua – Tiempo Pascual /1º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 16, 9-15

Siete demonios

9Resucitado Jesús la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. 10Ella fue quien lo anunció a los que habían vivido con Él, que estaban sumidos en la tristeza y el llanto; 11pero, oyendo que vivía y que había sido visto por ella, no lo creyeron. 12Después de esto se mostró en otra forma a dos de ellos que iban de camino y se dirigían al campo. 13Estos, vueltos, dieron la noticia a los demás; ni aun a éstos creyeron.14Al fin se manifestó a los once, estando recostados a la mesa, y les reprendió su incredulidad y dureza de corazón, por cuanto no habían creído a los que le habían visto resucitado de entre los muertos. 15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Siete demonios

Muchos pecados había cometido María Magdalena, para que el Señor le expulsara siete demonios que vivían en ella.

El pecado es el hábitat natural de Satanás; él, tiene miedo del santo, teme al que ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Entonces, para no tener tratos con el demonio, debes de cumplir con los mandamientos de la Ley de Dios.

El pecado te hace un traidor al Amor Verdadero. Por el pecado renuncias a salvarte, renuncias a ser amado por Dios, vendiéndote a la mentira, a la falsedad de hacer el mal en toda tu vida.

Siete demonios tuvo María Magdalena, y era tan amada por Dios en su nueva vida de perfección, por amar a Dios sobre todas las cosas y personas, sobre sí misma, que Dios le permitió ser la primera en verle, porque Dios conoce el interior de las personas, y sabe que tú, ¡pecador!, necesitas su Amor; y con el Amor que Dios te da, y que no te niega jamás, ¡jamás!, tu vida será distinta; y de servir a Satanás, te gozarás en los deleites del Amor de un Dios creador a su criatura: tú. Tú eres de Dios. ¡No te se le escondas!, acude al sepulcro donde le enterraron, y verás que sale a tu encuentro, y sentirás el goce de ser tan amado.

Ama a Dios con todo tu corazón, que Él te amó primero.

P. Jesús

© copyright