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6 de octubre de 2016

Jueves 6 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 11, 5-13

¿Tienes un amigo?

Luk 11:5 Dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno de vosotros tuviere un amigo y viene a él a medianoche y le dijera: “Amigo, préstame tres panes,
Luk 11:6 pues un amigo mío ha llegado de viaje y no tengo qué darle”;
Luk 11:7 y él, respondiendo de dentro, le dijese: “No me molestes, pues la puerta está ya cerrada, y mis niños están ya conmigo en la cama, no puedo levantarme para dártelos”,
Luk 11:8 yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Luk 11:9 Os digo, pues: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá;
Luk 11:10 porque quien pide recibe, y quien busca halla, y al que llama se le abre.
Luk 11:11 ¿Qué padre entre vosotros, si el hijo le pide un pan, le dará una piedra? ¿O, si le pide un pez, le dará, en vez del pez, una serpiente?
Luk 11:12 ¿O, si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Luk 11:13 Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

¿Tienes un amigo?

¿Tienes un amigo?; ¿le has pedido dinero?; ¿te ha hecho algún favor en dinero, pero sin cobrar intereses?… Entonces, tienes un amigo. ¡Cuídalo!

Hay amigos, que se denominan así, porque están para cuando los necesitas, y te prestan dinero, pero cobran sus buenos intereses; este no es un amigo, este negocia con la amistad, que no es lo mismo. Se hace el amigo y es el banquero que aprovecha darte dinero a cambio de más dinero. ¡Las cosas claras, amigo!

El verdadero amigo, no pide intereses por nada, ni por dinero, ni quiere que cumplas el consejo que te dio, porque algunos que se dicen amigos, te dan consejos para que los sigas, y no para darte la opción de su opinión. Un amigo no se enfada si, después de oírle, haces otra cosa que no te han indicado sus palabras. Porque muchos hay, que utilizan de la amistad para sojuzgar, para vivir dos vidas, la suya y la tuya.

Hay amigos que son muy astutos y te hacen creer que tú puedes hacer el plan que ellos planean por ti, y que si no lo haces, se enfadan contigo, te llaman egoísta, egocéntrico, soberbio, y unas cuantas cosas más, pero es para asustarte con sus palabras, para rodearte con ellas y debilitarte la voluntad.

Un buen amigo es otra cosa. Mañana te hablaré de ellos, de esos amigos buenos que no prestan dinero, sino que te lo dan; que no te dan consejos, sino que su buen ejemplo, ya es un consejo bueno, y sólo los tienes que imitar.

P. Jesús

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