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6 de junio de 2016

Lunes 6 de Junio de 2.016

Evangelio:

San Mateo 5, 1-12

Las bienaventuranzas

Mat 5:1 Viendo Jesús a la muchedumbre, subió a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron sus discípulos;
Mat 5:2 y abriendo (Él) su boca, los enseñaba, diciendo:
Mat 5:3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los Cielos.
Mat 5:4 Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
Mat 5:5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Mat 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos.
Mat 5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Mat 5:8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Mat 5:9 Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mat 5:10 Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el Reino de los Cielos.
Mat 5:11 Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal por mí.
Mat 5:12 Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa, pues así persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Las bienaventuranzas

Jesús sigue viendo a las multitudes con necesidad de su doctrina, y sube al monte y se sienta, porque sabe que va para largo el que todos comprendan, el que todos acepten ser de su Cuerpo Místico: la Iglesia Santa, la Perfecta Esposa de Cristo, la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, la que guarda la doctrina, todas las enseñanzas de Cristo.

Dios no puede ser un pasado de moda, porque Dios no es la moda, Dios es la Salvación. La moda ¿de qué te salva?; la moda te esclaviza. La moda del hombre, la mundana, ¿qué sabe ella de las bienaventuranzas?

¿Tú qué quieres, seguir a Cristo o seguir la moda?

Está de moda no creer en Dios, está de moda hacerte dios de ti mismo; y te pregunto: ¿puedes tú mismo salvarte a ti mismo?; ¿puedes tú mismo, o ese otro que va de dios tuyo, puede salvarte? ¿Qué clase de vida puedes darte a ti mismo, o pueden darte otros hombres mortales como tú, o los demonios infernales, qué pueden darte?; ¿acaso pueden salvarte, pueden llevar tu cruz, o te ponen más agonías y cruces, a medida que sigues sus doctrinas?

¿¡Qué estás haciendo de tu vida, siguiendo a Satanás!? ¡Mírate! No tienes dignidad, eres un pobre desgraciado, sin la Gracia de Dios. ¡Vas muerto por la vida!

¡Vive!

¡Vive!

¡Únete a Dios!

Cristo está sentado en el monte, y te cuenta las bienaventuranzas; ellas son la felicidad, y no esas doctrinas falsas.

¡Vive en Gracia de Dios!

¡Vive, por Dios!

P. Jesús

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