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5 de noviembre de 2017

Domingo 5 de Noviembre de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 23, 1-12

Cargas pesadas

Mat 23:1 Jesús habló a las muchedumbres y a sus discípulos,
Mat 23:2 diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.
Mat 23:3 Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen.
Mat 23:4 Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los otros, pero ellos ni con un dedo hacen por moverlas.
Mat 23:5 Todas sus obras las hacen para ser vistos de los hombres. Ensanchan sus filacterias y alargan los flecos;
Mat 23:6 gustan de los primeros asientos en los banquetes, y de las primeras sillas en las sinagogas,
Mat 23:7 y de los saludos en las plazas, y de ser llamados por los hombres “rabbí.”
Mat 23:8 Pero vosotros no os hagáis llamar “rabbí,” porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Mat 23:9 Ni llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos.
Mat 23:10 Ni os hagáis llamar doctores, porque uno solo es vuestro doctor, Cristo.
Mat 23:11 El más grande de vosotros sea vuestro servidor.
Mat 23:12 El que se ensalzare será humillado, y el que se humillare será ensalzado».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Cargas pesadas

Reza, cumple los mandamientos y usa de los sacramentos. Con ello tienes ya mucha carga, carga que, con la Gracia de Dios, podrás soportarla, llevarla y disfrutar de la vida, por hacer el bien y lo correcto.

Otros os pondrán pesadas cargas, como hacían también los que estaban sentados en la Cátedra de Moisés, esos hipócritas que dicen y no cumplen, que piden y no dan, que aparentan y no son, ¡de esos hablo!, de los que quieren manipularte, de los que en nombre de la fe, quieren reducirte a nada, para que seas para ellos fuente de ingresos u oportunidades para sus deseos, que desde luego, no tienen nada que ver con la santidad.

Yo te pido que reces por todos, por ti, y que hagas todo el bien y lo bueno que puedas, en tu vivir cotidiano; y Dios te irá dando lo necesario para ayudarle a salvar al mundo; ¡tú estás incluído en esta salvación!
Aprende tu fe y no dejes que algunos te pongan cargas pesadas, tan pesadas que ni ellos las soportarían.

No todos son buenos, aunque hay muchos que sí lo son. Busca la verdad, en tu misma religión.

P. Jesús

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