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5 de enero de 2016

Martes 5 de Enero de 2.016

Evangelio:

San Juan 1, 43-51

Discípulos de Jesús

Joh 1:43 Al otro día, queriendo Jesús salir hacia Galilea, encontró a Felipe, y le dijo Jesús: «Sígueme».
Joh 1:44 Era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
Joh 1:45 Encontró Felipe a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José de Nazaret».
Joh 1:46 Díjole Natanael: «¿De Nazaret puede salir algo bueno? » Díjole Felipe: «Ven y verás».
Joh 1:47 Vio Jesús a Natanael, que venía hacia Él, y dijo de él: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay dolo».
Joh 1:48 Díjole Natanael: «¿De dónde me conoces? » Contestó Jesús y le dijo: «Antes que Felipe te llamase, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Joh 1:49 Natanael le contestó: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Joh 1:50 Contestó Jesús y le dijo: «¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores has de ver».
Joh 1:51 Y añadió: «En verdad, en verdad os digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Discípulos de Jesús

Y todos vieron cómo los Ángeles le sirvieron, cómo le llenaron de la ayuda necesaria para cumplir su ministerio, su misión, porque los ángeles viven para cumplir con la voluntad de Dios; y la voluntad de Dios es que Jesús sea servido por sus ángeles.

Aceptar la ayuda de los ángeles, es aceptar la voluntad de Dios Padre, que quiere que los ángeles nos sirvan de ayuda para alcanzar la santidad, de la que ellos gozan ya.

P. Jesús

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