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5 de enero de 2015

Lunes 5 de Enero de 2.015

Evangelio:

San Juan 1, 43-51

Jesús, tú eres el Hijo de Dios

Joh 1:43 Al otro día, queriendo Jesús salir hacia Galilea, encontró a Felipe, y le dijo Jesús: Sígueme.
Joh 1:44 Era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
Joh 1:45 Encontró Felipe a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José de Nazaret.
Joh 1:46 Díjole Natanael: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Díjole Felipe: Ven y verás.
Joh 1:47 Vio Jesús a Natanael, que venía hacia El, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay dolo.
Joh 1:48 Díjole Natanael: ¿De dónde me conoces? Contestó Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamase, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Joh 1:49 Natanael le contestó: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
Joh 1:50 Contestó Jesús y le dijo: ¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores has de ver.
Joh 1:51 Y añadió: En verdad, en verdad os digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, tú eres el Hijo de Dios

Dile a Jesús la verdad que sabes de Él, que es el Hijo de Dios, el Rey de Israel.

Los Magos de oriente, fueron a adorar al Niño Dios, en la cueva de Belén, donde nació, pobre y lleno del amor de su Madre y del que le hizo de padre, San José, porque Jesús, Dios, es hijo de la Virgen María y de Dios, el mismísimo Dios que creó el mundo entero. Y este Dios, este mismo Dios, tomó forma humana en el vientre de su Madre, la Virgen María; y este mismo Dios, vino al mundo para decirte que hay un Reino Celestial, un Reino de Dios, del cual, tú, ¡tú!, eres heredero. ¡No te lo pierdas!

¿Cómo se gana el Cielo? Por el bautismo, por la fe, viviéndola con toda la bondad humana, a disposición de Dios, cumpliendo los mandamientos y usando de los sacramentos; ¿cuánto hace que no te confiesas?… No quieras vivir en pecado, siendo tan fácil y sencillo ir a confesarte, y recibir de Dios mismo, a través del sacerdote católico, el perdón de tus pecados.

Puedes empezar una nueva vida.

Empieza tu nueva vida, no por comer las doce uvas, de tradición mundana, sino vete a confesar; el perdón de Dios te consolará, te dará paz, amor y alegría; ¡y es gratis!

Hace poco que ha empezado el año nuevo, y puedes empezar tu nueva vida, vida de Gracia, de vivir en Gracia de Dios.

¡Vamos, amigo!, te animo a tener un buen año, ¡el mejor!, viviendo en Gracia de Dios.

P. Jesús

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