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4 de octubre de 2016

Martes 4 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 10, 38-42

Una sola cosa es necesaria

Luk 10:38 Yendo Jesús de camino, entró en una aldea, y una mujer, Marta de nombre, lo recibió en su casa.
Luk 10:39 Tenía ésta una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Luk 10:40 Marta andaba afanada en los muchos cuidados del servicio, y, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te da enfado que mi hermana me deje a mí sola en el servicio? Dile, pues, que me ayude».
Luk 10:41 Respondió el Señor y le dijo: «Marta, Marta, tú te inquietas por muchas cosas; pero pocas son necesarias, o más bien, una sola.
Luk 10:42 María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Una sola cosa es necesaria

Como María, la hermana de Marta y Lázaro, amigos los tres de Jesús, de Dios vivo, y que sigue vivo y presente en todos los Sagrarios del mundo entero, de la Iglesia fiel, la Católica, Apostólica y Romana, tú, sólo tienes necesidad de una cosa, como María: escuchar a Jesús, estar con Jesús, vivir para Jesús; así es la vida religiosa, atender a Cristo y ser responsable de la oración que es Comunión de los Santos, la que sana, la que salva, la que alivia a los que sufren en este Valle de Lágrimas.

El mundo necesita de ti, religioso-a, para que tu vida de oración, tu contemplación de Cristo, de Jesús, el Esposo, el Amigo, llegue a todos los corazones que sufren, que padecen, y necesitan de Dios, el Bueno, el único que es Bueno de todos los hombres: Jesús, el buen hijo de María, Virgen Santísima.

Ojalá comprendas lo que vale la vida de un santo-a religioso-a; ojalá, si tienes vocación, la aceptes como modo y manera de vida, porque sólo una cosa es necesaria, y esta es, como María, la hermana de Marta y Lázaro, estar tú pendiente de escuchar, de leer la Palabra de Jesús, ¡el Evangelio!, de acompañarle, de que sepa que tú estás con Él, que pudiendo hacer otras cosas, muchas lícitas, las dejas todas para seguir a Jesús, para estar con Jesús, y soportar las riñas de las Martas que le piden a Dios que las ayudes en atenderle, mientras sigues atento-a a Cristo, Rey de reyes, que te habla en el silencio, tantas veces, de tu oración constante, que no recibe respuesta directa de Dios, pero que llega a las almas de los pecadores y, tus oraciones, oh bendito-a religioso-a, por ti, ¡por ti!, las almas empiezan a vivir la vida espiritual, sin motivo aparente, pero es que tu oración ha sido escuchada, y Dios, por ella, ¡por ella!, ¡por tu bendita oración, amado-a religioso-a, se pone en acción!

Hacen falta vocaciones santas a la vida consagrada, de una existencia santa, con los hábitos de la vida monástica de la religión.

Ser religioso-a es algo actual, ¡actualísimo!, es de todos los tiempos, porque en todos los tiempos hay almas que viven solamente para Dios: los religiosos, ¡tú!

P. Jesús

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