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4 de julio de 2016

Lunes 4 de Julio de 2.016

Evangelio:

San Mateo 9, 18-26

Curación de la hemorroísa y resurrección de una niña

Mat 9:18 Mientras hablaba Jesús, llegó un jefe, y, acercándosele, se postró ante Él, diciendo: «Mi hija acaba de morir; pero ven, pon tu mano sobre ella y vivirá».
Mat 9:19 Y, levantándose Jesús, le siguió con sus discípulos.
Mat 9:20 Entonces una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del vestido,
Mat 9:21 diciendo para sí misma: «Con sólo que toque su vestido seré sana».
Mat 9:22 Jesús se volvió y, viéndola, dijo: «Hija, ten confianza; tu fe te ha sanado». Y quedó sana la mujer en aquel momento.
Mat 9:23 Cuando llegó Jesús a la casa del jefe, viendo a los flautistas y a la muchedumbre de plañideras,
Mat 9:24 dijo: «Retiraos, que la niña no está muerta: duerme». Y se reían de Él.
Mat 9:25 Una vez que la muchedumbre fue echada fuera, entró Él, tomó de la mano a la niña y ésta se levantó.
Mat 9:26 La nueva se divulgó por toda aquella tierra.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Curación de la hemorroísa y resurrección de una niña

Jesús, Dios, se entrega a ti, viene a ti y deja que de Él salga su virtud, según tu fe.

Cuando estás unido, unida, a Él, a Dios, el Mesías Salvador, en la Eucaristía, sólo va de ti y de Dios. Puedes decirle, pedirle, lo que quieras, porque Dios es tuyo, se te entrega completamente, plenamente, totalmente, a ti en Cuerpo y Alma, y tú vives con Él, en Él. Sois el uno para el otro y nadie puede interferir contra esta verdadera unión de amor verdadero, Amor de Creador a su criatura, tú, su hijo, su hija, al que decidió darle vida, y viviste por su voluntad en el sí de lo natural, a lo que Dios obedece siempre.

Cuando estés con Dios, aprovecha y pide, y déjate amar por el Amor de Jesús, que en Cuerpo y Alma, está contigo verdaderamente, totalmente, completamente, por varios minutos (10-15, lo que dura el pan) y tienes a Dios para ti, sólo para ti, totalmente tuyo, y tu eres totalmente suya, suyo.

Dios inventó el amor, todo el amor, el divino y el humano, para que sintiendo amor y amando, hagas de este mundo un mundo mejor, el mundo de Dios, el mundo que Dios quiere, el que quiso darnos en el Paraíso. Hay que intentarlo, hay que seguir a Dios, obedecer a Dios y por amor, por el amor con que nos ama. No renunciemos a Dios, de la misma manera que no nos gusta que renuncien a nosotros los que amamos tanto. Él, Dios, como nosotros, quiere ser correspondido; correspondamos a Dios, y Dios, además de darnos su Amor, nos ayudará a sanar, y siendo sanos, seremos mejores, y los que ahora no nos aman por la imperfección humana, nos amarán por la perfección divina de vivir en Gracia de Dios.

Amados, amemos a Dios, y todo lo demás, Dios nos lo dará por añadidura. Amén.

P. Jesús

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