Saltar al contenido

30 de agosto de 2017

Miércoles 30 de Agosto de 2.017

 Evangelio:

San Mateo 23, 27-32

Escribas y fariseos hipócritas

Mat 23:27 Habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, hermosos por fuera, mas por dentro llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicias!
Mat 23:28 Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, mas por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Mat 23:29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y adornáis los monumentos a los justos,
Mat 23:30 y decís: «Si hubiéramos vivido nosotros en tiempos de nuestros padres, no hubiéramos sido cómplices suyos en la sangre de los profetas».
Mat 23:31 Ya con esto os dais por hijos de los que dieron muerte a los profetas.
Mat 23:32 Colmad, pues, la medida de vuestros padres».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Escribas y fariseos hipócritas

¡Santos! Hacen falta más santos de la Iglesia Católica.

¡No os perdáis la Vida Eterna! Que vendrá el Esposo a la hora que nadie sabe, y a lo mejor tú estás siguiendo a los escribas y fariseos hipócritas.

Tú, y tú, y tú también, ¡Vamos todos a seguir a Cristo!, al Mesías, que ya vino, que ya mataron, como cordero degollado. ¿Cómo puede ser posible, que te dejes enredar por los que no son católicos de verdad? ¿Cómo puede ser, que no seas capaz de ver?

Ay, hijo, ay, hija, ¡Cuánto debemos aun sufrir los sacerdotes! Las iglesias se vacían, y muchos se van a protestar de la Verdad.

¡Por Dios!, regresa a Casa, ¡ven!, ¡vuelve! Aquí no pedimos el diezmo, aquí, los verdaderos sacerdotes, son pobres, como lo fue Cristo. Aquí, el dinero vuela en obras de caridad. Aquí, en la Iglesia Católica, nos dejamos la vida.

¡No te vayas! ¡Vuelve a Casa, y hagamos Familia!

Dios te necesita, a ti, precisamente a ti, para hacer tu misión.

Tú eres muy importante para Dios. Tú eres único e irrepetible, y tu lugar no lo puede ocupar otro-a que no seas tú mismo.

Ya sé, ya sé que te han dicho que no tienes autoestima, que necesitas valorarte a ti mismo, a ti misma. Pero, ¿qué vas a hacer sin Dios?; ¿hacerte tú, dios de ti mismo, de ti misma?; ¿no te habían dicho que te faltaba autoestima?; ¿Cómo puedes hacerte dios, si a la vez te dicen que no tienes autoestima? Sólo hay un Dios verdadero, y ése no eres tú, ¡claro que no!; tú sólo eres hijo-a de Dios! No te voy a engañar, ni para sacarte el diezmo; al contrario, cuantos más seamos, menos tiempo tiene el sacerdote para sí mismo; pero uno no se hace sacerdote para tener tiempo, sino para lavar los pies. Anda, quítate el calzado, que tengo la toalla puesta y estoy arrodillado ante el Sagrario, para poder así lavarte mejor los pies.

Claro que el sacerdote no es perfecto, pero te puede dejar limpio, con los sacramentos que él y sólo él, puede darte, porque: “Todo lo que ates en la tierra, será atado en el Cielo” Y esto lo dijo Cristo, hace dos mil años, y no hace doscientos o seiscientos años. Es importante que leas el Evangelio. Dios fundó su Iglesia, hace más tiempo de lo que muchos dicen que fundó la suya. Y sólo hay Una verdadera, la Católica, Apostólica y Romana.

¡Viva la Iglesia de María!

P. Jesús

© copyright