3 de febrero de 2016

Mar 6:1 Jesús fue a su patria, siguiéndole sus discípulos.
Mar 6:2 Llegado el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga; y la muchedumbre que le oía se maravillaba, diciendo: «¿De dónde le vienen a éste tales cosas, y qué sabiduría es esta que le ha sido dada, y cómo se hacen por su mano tales milagros?
Mar 6:3 ¿No es acaso el artesano, hijo de María, y el hermano de Santiago, y de José, y de Judas, y de Simón? Y sus hermanas, ¿no viven aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban de Él.
Mar 6:4 Jesús les decía: «Ningún profeta es tenido en poco sino en su patria y entre sus parientes y en su familia».
Mar 6:5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de que a algunos enfermos les impuso las manos y los curó.
Mar 6:6 Él se admiraba de su incredulidad. Recorría las aldeas del contorno enseñando.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»