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28 de mayo de 2016

Sábado 28 de Mayo de 2.016

Evangelio:

San Marcos 11, 27-33

Los poderes de Jesús

Mar 11:27 Jesús y los discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén. Paseándose Jesús por el templo, se le acercaron los príncipes de los sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le dijeron:
Mar 11:28 «¿Con qué poder haces estas cosas o quién te ha dado poder para hacerlas?»
Mar 11:29 Jesús les contestó: «También voy a haceros una pregunta, y, si me respondéis, os diré con qué poder hago estas cosas.
Mar 11:30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o era de los hombres? Respondedme».
Mar 11:31 Comenzaron a cavilar entre sí, diciendo: «Si decimos del cielo, dirá: «Pues ¿por qué no habéis creído en él?».
Mar 11:32 Pero, si decimos que de los hombres….». (Temían a la muchedumbre, porque todos tenían a Juan por profeta).
Mar 11:33 Respondiendo, pues, a Jesús, le dijeron: «No sabemos». Y Jesús les dijo: «Entonces tampoco yo os digo con qué poder hago estas cosas».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Los poderes de Jesús

Dios no va a decirte nada ¡a ti!, a ti que intrigas, a ti que todo lo blanco de la fe, de la Iglesia Católica, lo ves negro, porque estás bien pecando, y no quieres dejar de hacerlo. Dios va a pasar de largo, porque no aceptas sus reglas, porque además, haces perder la fe de los que aman a la Iglesia.

Vas a perder a Dios y te vas a quedar sin nada. La locura visitará tu conciencia adulterada, y en vez de ganancias, vas a tener escasez. Todo tiene su tiempo, y el tiempo se acaba en la vida terrena, no así en la eterna, donde los que van al sufrimiento, eternamente sufren y van a sufrir.

Los que llenan de dudas la mente de los fieles, los que por sus intereses, matan la fe de los que dicen amar, esos que hablan con propiedad, porque parece que ahora las cosas les van bien, llegará la justicia de Dios, ya en esta vida, y sus risas serán llantos. ¡Ay de los fariseos!, sí, de los bautizados que deberían respetar su fe, pero por sus intereses, comercializan con ideologías nuevas y hacen perder la fe de los creyentes. ¡Con Dios no se juega!; Él, Dios, deja tiempo para que te arrepientas de tu malicia; Dios todo lo aprovecha para el bien de los que ama, y a ti te ama, aunque tú no le ames con tu fe, sino que, como Judas, ¡traidor!, te llevas la buena fama de Dios, de Cristo, y pones dudas a sus palabras. ¡No vas a salirte con la tuya!; yo que soy sacerdote, te diré que he visto múltiples conversiones, gracias a los pecados cometidos por los que manipulan a los que, teniendo fe, se dejan llevar por los “sabios del mundo”, y pecan. ¡No cantes victoria tan pronto!, porque los que fueron buenos, volverán a serlo; porque Dios perdona siempre, y siempre, en algún lugar del mundo, alguien está celebrando una Misa, como recordatorio del sacrificio cruento de Dios, y Dios vuelve a sufrir y a morir por ti, por cada uno de los que viven; y contra esto, ¡nadie puede luchar!, ¡nadie puede ni podrá impedir que alguien en algún lugar, un sacerdote de Dios, celebre las Eucaristías, y, estando vivo Dios, tú, ¡fariseo hipócrita!, estás perdido. Te vas a cansar de luchar contra Dios, porque, atacando a las personas de fe, atacas a Dios que vivía en ellas, por la Gracia. Tu lucha es contra Dios, contra Jesús, y Jesús calla contigo, porque te ama, porque quiere que te arrepientas. Algunos no van a hacerlo, pero, a esos les digo, como sacerdote que soy: la Misa tiene un valor tan grande, que nadie puede pagarlo, ni pararlo. Tú ahora, puedes hacer sucumbir un cuerpo, pero este cuerpo tiene alma, alma consagrada a Dios; tú no sabes nada del poder de la libre consagración; mañana te hablaré de él y verás que vas a perder, y Dios va a ganar.

Si has desatado una guerra contra Dios, ¡estás vencido!, ¡has perdido!, porque tú vas a morir, y Jesús, Dios, ya resucitó.

¡Hasta mañana!, queda con Dios, amigo-a, porque si alguien quiere hacerte perder la fe, Dios peleará por ella; ¡no estás solo-a!

P. Jesús

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