Sábado 27 de Agosto de 2.016
Evangelio:
San Mateo 25, 14-25.27-28 Parábola de los talentos Mat 25:14 Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Porque es como si uno, al emprender un viaje, llama a sus siervos y les entrega su hacienda, Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Parábola de los talentos Sigamos hablando de dinero. Perfecciónate en tu trabajo, estudia más para hacer mejor tu profesión, y siendo mejor profesional, darás más gloria a Dios, que de eso va la vida, de hacer rendir los talentos que Dios da a cada uno; Sí, también a ti. Ven, hablemos tú y yo… Ya sé que te han dicho que no vales nada, que mejor no hubieras nacido, que eres un caso perdido. Pero… ¿¡Es qué no sabes la Gran Noticia!? Dios vino al mundo a cambiarnos la vida, y de torpes e ignorantes, de publicanos y de no ser de su Pueblo elegido, ¡nos quiere con Él! ¡¡¡Sí!!!… ¡¡¡A ti también!!! Tengo que gritártelo, muchacho, y abrazarte fuerte, porque la emoción me puede, y quiero que te quede claro, que Dios nos hermanó, y que ahora, tú y yo somos hermanos en Cristo. Ay, ¡¡¡qué alegría!!! Parece que el corazón me va a explotar de amor y felicidad. ¿No sientes mi amor por ti? Di que sí, ¡di que sí! Y no creas a los pesimistas y mentirosos, créeme a mí, y ¡confía en Dios! Dios no puede equivocarse, Dios no se equivoca, y te creó; tú vives por su Voluntad. Vayamos a celebrarlo. Ven, ven…, y tú también, y el otro, y ése… ¡que también venga! Vayamos a la Iglesia, confiésate y comulga, y todo te irá mejor; y de ser un desgraciado, con la Gracia de Dios, al recibirle en la Comunión, en la Confesión, ¡ya verás las maravillas que vamos a hacer todos juntos!; ¡¡¡vamos a cambiar al mundo!!! Este es mi sueño, cambiarlo para mejor, unidos todos a Cristo, el Salvador. Tú vales mucho. Yo te amo en Cristo, y Cristo confía en ti. Si las cosas no te han ido muy bien, que digamos, hasta ahora, Dios puede cambiarlo; y si tu madre ha sido una pesimista, acude a la Madre de Dios, Ella es optimista; Ella, María, dijo “Sí” a Dios, y por Ella y con Ella, ahora tú y yo somos hermanos en Cristo, somos verdaderos hijos de Dios, con una herencia a cobrar: El Cielo Eterno, para toda la eternidad. Ven. Déjame decirte que tienes unas grandes cualidades, que aún ni tú mismo, ni tú misma, has descubierto, pero yo sé, por mi fe, por la Fe, que las tienes, porque como a todos, a ti también te ha dado Dios talentos, para que los utilices y no los entierres, por estas palabras que te han dicho, de que no vales nada, de que no sirves para nada, de que todo lo que tocas, lo haces mal; ¡no es cierto! Ocurre que eres un cisne, y estás viviendo entre patos. Ya sabes el cuento infantil, ése, ¿verdad? Pues eso es lo que te ha pasado; busca a tu Padre Dios y a tu Madre María, Madre de Dios y tuya, y ven a las aguas claras, donde los cisnes pasean, mientras dejas atrás tu mote de “patito feo”, porque por Cristo y con Cristo, ya no eres el mismo, eres de la estirpe de los santos; ¡tú, para santo! Sí, sí, después de haber pecado tanto, tú, ¡tú! para santo. ¡Vamos amigo-a! P. Jesús © copyright |