Miércoles 23 de Agosto de 2.017
Evangelio:
San Mateo 20, 1-16 Los obreros enviados a la viña Mat 20:1 Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Porque el Reino de los Cielos es semejante a un amo que salió muy de mañana a ajustar obreros para su viña. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Los obreros enviados a la viña Todos sois obreros del Reino, todos debéis amar al pecador y aborrecer el pecado. Sí, tú también, tú que eres pecador, debes aborrecer el pecado. Dice la Santa Madre Iglesia Católica, en su catecismo: 1869 Así, el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan situaciones sociales e instituciones, contrarias a la bondad divina. Las «estructuras de pecado» son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico, constituyen un ‘pecado social’ (cf RP 16). Acuérdate de que callaste ante el pecado de un hijo tuyo, de un familiar tuyo, de un amigo tuyo, que va contra la voluntad de Dios, y se hace daño a sí mismo, pecando, porque el pecado, dice el Catecismo de la Iglesia Católica, qué es: (1850) El pecado es una ofensa a Dios: ‘Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí’ (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así ‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9). Escucha, lee, lo que dice la Iglesia sobre ti, que eras pecador, y ahora, por la Gracia y la Misericordia de Dios, eres discípulo de Cristo: ¿Qué hay que decirles y decirte a tí mismo, cuando pecas?: «Esto te hace daño, es algo malo para ti, debes cuidarte, porque sólo tienes una vida, y al final de la misma, habrá un juicio; ¿no querrás perderte la gracia de ir para siempre al Cielo Eterno con Dios? ¿No querrás ir al infierno para siempre? Acepta pues tu error y haz el bien para ti, para Dios, para todos. No aceptes el pecado, lo antinatural, como una condición buena para ti. No saldrá nada bueno, de lo que no se hace bien. Así es la naturaleza, no salen higos de los abrojos, ni peras de los olmos. Lo natural en la persona, en ti, es que seas bueno y hagas el bien, y lo que es natural y bueno para el ser humano; no eres un animal, eres un persona creada a la imagen y semejanza de Dios; Dios mismo, Jesús, Dios Hijo, también tiene tu misma naturaleza humana, sacada de la Virgen María, ¡es hombre!, y vino al mundo para salvarte, para enseñarte con su ejemplo, lo bueno para la persona, para el hombre; y lo bueno es la pobreza, es no tener nada; y si tienes, es no poner tu corazón en ello, es no usar a los demás, es servir a los demás; eso de ir a tu egoísmo, a tus caprichos, eso no es humano, eso es irracional; lo racional es el bien y no hacer el mal, ni para conseguir un bien; si lo que quieres, te va a hacer comportarte mal, ir contra lo natural, que es hacer el bien, NO LO HAGAS, porque tú vales más que seguir tus instintos, tú vales más que querer salirte con la tuya, sea como sea; deja que los otros decidan el bien, y todos haced el bien. No es natural el pecado y pecar, lo natural es vivir para hallar el amor de Dios. Y si vives para tener el amor de una persona, que puede morir en cualquier momento e irse al Infierno, entonces, ¿qué te quedará? Vive para Dios, y ama a los que, amándolos, no te hagan pecar contra Dios. Selecciona y vive en la Verdad, caminando el Camino y teniendo la Vida, Jesucristo.» P. Jesús © copyright |