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21 de diciembre de 2016

Miércoles 21 de Diciembre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 1, 39-45

La visitación de Isabel

Luk 1:39 En aquellos días se puso María en camino y con presteza fue a la montaña, a una ciudad de Judá,
Luk 1:40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Luk 1:41 Así que Isabel oyó el saludo de María, exultó el niño en su seno, e Isabel se llenó del Espíritu Santo,
Luk 1:42 y clamó con fuerte voz: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
Luk 1:43 ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
Luk 1:44 Porque así que sonó la voz de tu salutación en mis oídos, exultó de gozo el niño en mi seno.
Luk 1:45 Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le dijo de parte del Señor».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La visitación de Isabel

La maternidad es algo natural, y una mujer puede seguir haciendo su vida normal, estando embarazada; no hace falta que renuncie a nada bueno de lo que hacía, puede seguir practicando la caridad, interesándose por los demás, especialmente los de su familia; puede y debe ayudar, como hizo la Madre de Dios, la Virgen María, nuestro modelo a imitar, nuestra intercesora fiel ante Dios fiel.

Si eres madre, sé una buena madre, como lo es María: mujer fuerte, valiente, pura y sacrificada; mujer de fe, esperanza y caridad.

María te visita cada vez que tú la necesitas; Ella se entera, por tu ángel de la guarda, y se pone en marcha para venir a tu encuentro, y tú, cuando la ves, tu corazón salta de contento, porque la Madre de tu Señor, la misma Madre de Dios, está pendiente de ti, y te cuida y te bendice, y seca tus lágrimas, siempre que lo necesites. ¡Déjate amar por la Amada de Dios, su Madre, su Esposa, su Hija; la llena de Gracia, la Virgen María; la que te ama y te cuida bajo su manto sagrado, en donde no debes temer nada, porque nada es imposible para Dios, nació de María!

Escucha, ¡llaman a tu puerta! ¡Es María, que toca tu corazón! Déjala entrar una vez más; Ella viene con el Niño Dios en su vientre inmaculado, para darte lo que siempre has deseado: ser amado, tener Madre, Padre y un Hermano. Una Familia que en ti confía, y tú puedes confiar en toda Ella; y es María quien te la entrega, Ella, que es la Reina de Cielos y tierra. ¡Confía en Ella! ¡Confía y ama a la Virgen María! Ella no defrauda, Ella es siempre la defraudada por los que renuncian a su amor, a sus cuidados, a su intercesión.

¡Qué pena! Tener una buena Madre, y pasar la condena de querer ser un hijo sin padres. ¡No eres un bastardo! Tienes Padre y Madre; tienes una Familia entera, que te ama y te respeta; sólo tienes que saberlo, aceptarlo y esperar la visita de María, que ya viene, ¡mírala!, está llamando a tu puerta, con mis palabras; Ella quiere que le abras. ¡Abre a María!, y goza de la Navidad, cada día de tu vida.

¡Tienes Madre! ¿Lo sabías?

P. Jesús

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