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20 de marzo de 2018

Martes 20 de Marzo de 2.018

5.º de Cuaresma

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 8, 21.23b-30

Jesús dice: -Yo me voy y me buscaréis.

21Dijo Jesús a los fariseos: Yo me voy, y me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado; a donde Yo voy, no podéis venir vosotros. 23b Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. 24Os dije que moriríais en vuestro pecado, porque, si no creyereis, moriréis en vuestros pecados. 25Ellos decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: Es precisamente lo que os estoy diciendo. 26Mucho tengo que hablar y juzgar de vosotros, pues el que me ha enviado es veraz, y yo hablo al mundo lo que le oigo a Él. 27No comprendieron que les hablaba del Padre. 28Dijo, pues, Jesús: Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y no hago nada de mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo. 29El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que es de su agrado. 30Hablando Él esas cosas, muchos creyeron en Él.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús dice: -Yo me voy y me buscaréis.

¿Estás buscando a Jesús, a Dios?; ¡claro que sí! Todos buscáis a Dios, porque se necesita de Dios, de Jesús, para vivir bien. Si no vives bien, es que te falta la buena compañía de Dios, de Jesús, el Cristo, tu Hermano, el Hijo de Dios, tu Amigo. No puedes seguir así de solo-a, no puedes continuar con esta triste vida tuya, que parece que tu corazón partido, jamás podrá volver a juntarse y gozar de paz, porque la paz reside en el corazón del hombre; cuando su corazón está mal, no tiene paz.

Tú necesitas de Dios.

Tú necesitas de Dios.

Tú necesitas de Jesús, que es Dios.

Dios, Jesucristo, murió y resucitó, y ahora vive, ¡vive!, en la Eucaristía. Allí está, allí tienes que ir a buscarle, después de haber hecho una buena confesión de tus pecados, porque si tienes el corazón partido por los pecados de otros, tú has pecado, porque no los has perdonado; desde el momento que los perdones, tu corazón se juntará y tendrás paz. Cuando te han hecho injusticias, te han calumniado, hecho enfadar, dañado por algún comentario, y tienes el corazón partido de dolor, aunque tengas razones, no tienes razón para no perdonar-les, porque si no perdonas, Dios no te va a perdonar; y si Dios no te va a perdonar, por tú no perdonar ahora, es que es pecado y pecado grave, no perdonar, y entonces, te lo digo con cariño, con mucho afecto, pero te digo la verdad: estás en pecado, y pecado mortal, si tienes el corazón partido, sin paz, por los pecados de los demás que no has perdonado ni tienes intención de perdonar.

Perdona hijo mío, perdona, porque no sea que te pierdas por los pecados de los demás, que han hecho, que hacen, que peques. No peques más por no irte a confesar de no perdonar.

Dios quiere que seas feliz.

Dios quiere que tengas paz.

Perdona y confiésate de este dolor que te han dado, y la absolución que vas a recibir, ¡de seguro!, te dará la paz, y tu corazón se juntará por la Gracia que Dios Espíritu Santo te dará.

Ten paz. Perdona. ¡No peques más!

P. Jesús

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