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20 de diciembre de 2016

Martes 20 de Diciembre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 1, 26-38

Un Ángel podría preguntarte a ti

Luk 1:26 En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret.
Luk 1:27 A una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Luk 1:28 Entrando le dijo: «Alégrate, llena de gracia; el Señor es contigo».
Luk 1:29 Ella se turbó al oír estas palabras, y discurría qué podría significar aquella salutación.
Luk 1:30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios,
Luk 1:31 y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
Luk 1:32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
Luk 1:33 y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su Reino no tendrá fin.
Luk 1:34 Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón?
Luk 1:35 El ángel le contestó y dijo: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado será Santo, será llamado Hijo de Dios.
Luk 1:36 E Isabel, tu pariente, también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que era estéril,
Luk 1:37 porque nada hay imposible para Dios».
Luk 1:38 Dijo María: «He aquí a la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y se fue de ella el ángel.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Un Ángel podría preguntarte a ti

Un ángel, el Arcángel Gabriel, fue de parte de Dios, a la Virgen María, y probó su fe, preguntándole si quería ser la Madre de Dios. Ella, la Virgen María, dijo: “fiat”. ¿Tú, qué dirías si un Ángel te preguntara por tu fe, si te pidiera de parte de Dios, que propagaras el Evangelio, con el ejemplo de tu vida?; ¿qué contestarías?

Los ángeles os visitan, cuando oyes en ti mismo, en ti misma, una voz que te pregunta, “¿por qué no consagrarte a Dios?”

… … …

¿Por qué no te consagras a Dios?…

Esa pregunta, te la hago yo, que no soy ángel, que soy sacerdote; y los sacerdotes deben ser como ángeles, en propagar los deseos de Dios, en preguntar a las almas, si desean una unión más personal, más íntima, más pura, entre tú y Dios. Digo más pura, porque cuando uno se consagra a Dios, no es sólo pedir y pedir, ¡que eso quiere Dios, que se le pida!, y hay que hacerlo, pero un consagrado no sólo pide, sino que se da a Dios, viviendo con Él la unión de la Caridad, en grado heroico.

Los héroes se consagran a Dios.

Los héroes le dicen “fiat” a Dios, como se lo dijo María.

María, la Madre de Dios y Madre tuya, Ella sola, sin ayuda espiritual alguna, sin consultarlo con ningún sacerdote, familiar o amigo-a, ni con su esposo San José, se entregó totalmente a Dios, a la petición del Arcángel Gabriel. Entonces tú, como Ella, si oyes a tu Ángel de la Guarda, que te hace preguntarte si quieres consagrarte a Dios Padre, y a Dios Hijo, y a Dios Espíritu Santo, imitando a tu buena Madre, ¡hazlo! Dale tu “fiat” a Dios.

Dios quiere héroes. Te quiere a ti, para que Jesús, nazca de nuevo esta Navidad de 2.016, y tú le lleves en tu corazón, como María le llevó en su vientre. Y, estando en tu corazón, ames a todos con el Amor de Dios en ti.

Navidad, tiempo de dar y darse.

P. Jesús

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