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2 de julio de 2016

Sábado 2 de Julio de 2.016

Evangelio:

San Mateo 9, 14-17

Observar a los demás

Mat 9:14 Entonces le llegaron a Jesús los discípulos de Juan, diciendo: «¿Cómo es que, ayunando nosotros y los discípulos de los fariseos, tus discípulos no ayunan?»
Mat 9:15 Y Jesús les contestó: «¿Por ventura pueden los compañeros del esposo llorar mientras está el esposo con ellos? Pero vendrán días en que les será arrebatado el esposo, y entonces ayunarán.
Mat 9:16 Nadie echa una pieza de paño no abatanado a un vestido viejo, porque el remiendo se lleva algo del vestido y el roto se hará mayor.
Mat 9:17 Ni se echa el vino nuevo en cueros viejos; de otro modo, se romperían los cueros, el vino se derramaría y los cueros se perderían; sino que se echa el vino nuevo en cueros nuevos, y así el uno y el otro se preservan».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Observar a los demás

Algunas personas observan a los demás y se preguntan por qué no hacen lo mismo que ellas hacen, creyendo que lo que hacen ellas es lo mejor, porque siguen con todas las normas y plegarias, y eso es bueno.

Pero hay gente que sufre y no puede hacer lo que otro hace. El sufrimiento corporal es tan fuerte, que priva de muchas acciones de piedad, pero el que sufre con el cuerpo, ofreciendo a Dios su sufrimiento, éste ora como el que más, éste va a Misa cada día, éste hace lo mismo que otros, o más, pero sólo Dios lo sabe, porque sólo Dios sabe la verdad de las prácticas de piedad.

Observar a los demás y sentirte mejor que ellos, ¡no te lo aconsejo!, porque el día que venga la prueba, también para ti, otros te observarán, y verás lo que es sufrir porque no te comprenden, como tú no comprendes lo que padece éste al que crees inferior a ti.

Nadie es inferior ante los ojos de Dios. Dios lo sabe todo y sabe que lo amas, vayas a Misa diaria, o no puedas ir.

Dios vive en el corazón del que hace lo que puede, y, por ejemplo, ir a Misa diariamente, es una norma y no una Ley de Dios. Dios pide, quiere, que los domingos y fiestas de guardar, los que puedan, vayan a Misa. Y eso no lo sabes tú, si pueden o no pueden. Sé que amas a Dios y te esfuerzas por acudir a la Misa diaria, pero también debes esforzarte en amar a los demás, y en esta Misa diaria, a la que vas, pide por esos tantos que no pueden ir y no van, aunque tú creas que sí, que podrían ir. ¡Tú no sabes nada!, tú, sirve a los demás, compartiendo la oportunidad que tienes de vivir una vida de piedad distinta a la de los demás.

Ver a las personas por el fruto que dan, no es por las normas de piedad que hacen, sino por el cumplimiento de su deber.

¡Cállate! ¿Qué sabes de lo que sufren los demás? Pídele a Dios más bondad, además de actos de piedad.

La Iglesia necesita de todos, de los que van a Misa cada día, y de los que no pueden ir cada día. Y ojalá hubiera más sacerdotes dedicados a las Misas, y hubiera Misas en todas las Iglesias y hubiera paz en las conciencias.

Seguiré hablando del tema de los que se creen más que otros. ¡Ya basta de compararse! Hermanos, hay que amarse y servirse, y no tanto observarse para compararse.

¡Ánimo!, que todos los bautizados forman parte del Cuerpo Místico de Cristo.

Amigo, vayas a Misa a diario, o no puedas ir cada día, para mí cuenta tu obediencia a la Ley de Dios y al cumplimiento fiel de tu deber de estado. Vales por el contenido de tu corazón.

P. Jesús

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