Saltar al contenido

19 de septiembre de 2016

Lunes 19 de Septiembre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 8, 16-18

¿Qué haces tú con una lámpara?

Luk 8:16 Dijo Jesús a la gente: «Nadie, después de haber encendido una lámpara, la cubre con una vasija ni la pone debajo de la cama, sino que la coloca sobre el candelabro, para que los que entren vean.
Luk 8:17 Pues nada hay oculto que no haya de descubrirse ni secreto que no haya de conocerse y salir a la luz.
Luk 8:18 Mirad, pues, cómo escucháis, porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que parece tener se le quitará».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

¿Qué haces tú con una lámpara?

Sí, me gustaría saberlo, saber lo que haces tú con una lámpara. ¿La enciendes de día, y por la noche la apagas?… ¿o es al revés, la enciendes de noche y de día la apagas?… Cuando duermes, no necesitas alumbrarte para ver, ni para que te vean; tú descansa tranquilo, porque a la mañana siguiente, será otro día, primero de luz natural y luego, a medida que las sombras de la noche cubran el cielo, tú abres la lámpara, para ver y que te vean, para no tropezar con nada ni nadie, y que nadie tropiece contigo, ni nada vaya contra ti. La luz sirve para dar señales de vida, cuando las cosas no están muy claras; y la luz es tu esperanza, tu fe en que puedes y eres santo-a, porque la luz es la perfección, en momentos de duda o desesperación, cuando no sabes qué hacer ni a dónde ir; entonces enciendes la luz de tu esperanza, de tu fe, y ves bien, y alumbras mejor que los que no tienen luz y van caminando a oscuras.

Tu fe, tu esperanza, hará de ti que halles un trabajo que necesitas, una labor que te dará la dicha de poder mantenerte, de poder realizarte y dar Gloria a Dios, con toda tu labor de esperanza y fe, ofrecida a Dios.

Mantén tu lámpara encendida, mientras llegan las sombras y estés despierto, porque cuando duermes y descansas, tu lámpara, tu luz, se recarga por la acción de cuidar de tu cuerpo, de ti, que necesitas mantenerlo fuerte y en  forma, para no pecar, para resistir a las contrariedades de la vida, para hacer frente a tus enemigos, para dar siempre bien por bien y por mal. Amén.

P. Jesús

© copyright