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19 de noviembre de 2017

Domingo 19 de Noviembre de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 25, 14-30

Parábola de los talentos

Mat 25:14 Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Porque es como si uno, al emprender un viaje, llama a sus siervos y les entrega su hacienda,
Mat 25:15 dando a uno cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad, y se va.
Mat 25:16 Luego el que había recibido cinco talentos se fue y negoció con ellos y ganó otros cinco.
Mat 25:17 Asimismo el de los dos ganó otros dos.
Mat 25:18 Pero el que había recibido uno se fue, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su amo.
Mat 25:19 Pasado mucho tiempo, vuelve el amo de aquellos siervos y les toma cuentas,
Mat 25:20 y, llegando el que había recibido los cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: “Señor, tú me has dado cinco talentos; mira, pues, otros cinco que he ganado”.
Mat 25:21 Y su amo le dice: “Muy bien, siervo bueno y fiel, has sido fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho; entra en el gozo de tu señor”.
Mat 25:22 Llegó el de los dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me has dado; mira otros dos que he ganado”.
Mat 25:23 Díjole su señor: “Muy bien, siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho; entra en el gozo de tu señor”.
Mat 25:24 Se acercó también el que había recibido un solo talento y dijo: “Señor, tuve cuenta que eres hombre duro, que quieres cosechar donde no sembraste y recoger donde no esparciste,
Mat 25:25 y, temiendo, me fui y escondí tu talento en la tierra; aquí lo tienes”.
Mat 25:26 Respondióle su señor: “Siervo malo y haragán, ¿conque sabías que yo quiero cosechar donde no sembré y recoger donde no esparcí?
Mat 25:27 Debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, para que a mi vuelta recibiese lo mío, con los intereses.
Mat 25:28 Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez.
Mat 25:29 Porque al que tiene se le dará y abundará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará,
Mat 25:30 y a ese siervo inútil echadle a las tinieblas exteriores; allí habrá llanto y crujir de dientes».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Parábola de los talentos

Sigamos hablando de dinero. Perfecciónate en tu trabajo, estudia más para hacer mejor tu profesión, y siendo mejor profesional, darás más gloria a Dios, que de eso va la vida, de hacer rendir los talentos que Dios da a cada uno, sí también a ti.

Ven, hablemos tú y yo…

Ya sé que te han dicho que no vales nada, que mejor no hubieras nacido, que eres un caso perdido. Pero… ¿¡Es que no sabes la Gran Noticia!? Dios vino al mundo a cambiarnos la vida, y de torpes e ignorantes, de publicanos y de no ser de su Pueblo elegido, ¡nos quiere con Él!

¡¡¡Sí!!!… ¡¡¡A ti también!!!

Tengo que gritártelo, muchacho, y abrazarte fuerte, porque la emoción me puede y quiero que te quede claro, que Dios nos hermanó, y que ahora, tú y yo, somos hermanos en Cristo.

Ay, ¡¡¡qué alegría!!!

Parece que el corazón me va a explotar de amor y felicidad. ¿No sientes mi amor por ti? Di que sí, ¡di que sí!

Y no creas a los pesimistas y mentirosos, créeme a mí, y ¡confía en Dios! Dios no puede equivocarse, Dios no se equivoca, y te creó; tú vives por su Voluntad.

Vayamos a celebrarlo. Ven, ven… Y tú también, y el otro, y ése… ¡que también venga! Vayamos a la Iglesia, confiésate y comulga, y todo te irá mejor, y de ser un desgraciado, con la Gracia de Dios, al recibirlo en la Comunión, en la Confesión, ¡ya verás las maravillas que vamos a hacer todos juntos!; ¡¡¡vamos a cambiar al mundo!!! Este es mi sueño, cambiarlo para mejor, unidos todos a Cristo, el Salvador.

Tú vales mucho. Yo te amo en Cristo, y Cristo confía en ti.

Si las cosas no te han ido muy bien que digamos, hasta ahora, Dios puede cambiarlo; y si tu madre ha sido una pesimista, acude a la Madre de Dios, Ella es optimista, Ella, María, dijo “Sí” a Dios; y por Ella y con Ella, ahora tú y yo somos hermanos en Cristo, somos verdaderos hijos de Dios, con una herencia a cobrar: El Cielo Eterno, para toda la eternidad.

Ven. Déjame decirte que tienes unas grandes cualidades, que aún ni tú mismo, ni tú misma has descubierto; pero yo sé, por mi fe, por la Fe, que las tienes, porque como a todos, a ti también te ha dado Dios, talentos, para que los utilices y no los entierres, por estas palabras que te han dicho, de que no vales nada, de que no sirves para nada, de que todo lo que tocas, lo haces mal; ¡no es cierto! Ocurre que eres un cisne, y estás viviendo entre patos. Ya sabes el cuento infantil ese, ¿verdad? Pues eso es lo que te ha pasado; busca a tu Padre Dios y a tu Madre María, Madre de Dios y tuya, y ven a las aguas claras, donde los cisnes pasean, mientras dejas atrás tu mote de “patito feo”, porque por Cristo y con Cristo, ya no eres el mismo, eres de la estirpe de los santos; ¡tú, para santo! Sí, sí, después de haber pecado tanto, tú, ¡tú! para santo. ¡Vamos amigo-a!.

P. Jesús

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