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19 de abril de 2016

Martes 19 de Abril de 2.016

Evangelio:

San Juan 10, 22-30

Yo y el Padre Somos Uno

Joh 10:22 Se celebraba entonces en Jerusalén la Dedicación; era invierno,
Joh 10:23 y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Joh 10:24 Le rodearon, pues, los judíos y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si eres el Mesías, dínoslo claramente».
Joh 10:25 Respondióles Jesús: «Os lo dije y no lo creéis; las obras que Yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí;
Joh 10:26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas.
Joh 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen,
Joh 10:28 y yo les doy la vida eterna, y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Joh 10:29 Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos; y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.
Joh 10:30 Yo y el Padre somos uno.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Yo y el Padre Somos Uno

A una van los deseos de Dios, a una en la Santísima Trinidad, un sólo Dios.

Quien ama a Dios, recibe de Jesús, que es Dios Hijo, la salvación. Estos le aman y se esfuerzan por demostrarle su amor. Como enamorados, se gozan en la demostración de amor, que son las obras de la fe. Si alguien no obra demostrando amor a Dios, éste no es de Dios. Porque siguen a Jesús los que son de Dios, porque aman a Jesús, que es Dios, y como Jesús, obran demostrando su amor. ¿Cómo? Cargando con su cruz, sin quejarse; sirviendo a los demás, sin quejarse… Esperando la vida eterna, que la da el Padre a los que comen el Cuerpo de Cristo, su Hijo.

P. Jesús

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