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14 de enero de 2015

Miércoles 14 de Enero de 2.015

Evangelio:

San Marcos 1, 29-39

Jesús, Dios

Mar 1:29 Luego, saliendo Jesús de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan.
Mar 1:30 La suegra de Simón estaba acostada con fiebre, e inmediatamente se lo dijeron.
Mar 1:31 El, acercándose, la tomó de la mano y la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Mar 1:32 Llegado el atardecer, puesto ya el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados,
Mar 1:33 y toda la ciudad se reunió a la puerta:
Mar 1:34 curó a muchos pacientes de diversas enfermedades y echó muchos demonios, y a éstos no les permitía hablar, porque le conocían.
Mar 1:35 A la mañana, mucho antes de amanecer, se levantó, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Mar 1:36 Fue después Simón y los que con El estaban,
Mar 1:37 y, hallado, le dijeron: Todos andan en busca de ti.
Mar 1:38 El les contestó: Vamos a otra parte, a las aldeas próximas, para predicar allí, pues para esto he salido.
Mar 1:39 Y se fue a predicar en las sinagogas de toda Galilea, y echaba los demonios.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios

Cuando recibes a Jesús, Dios, en la Comunión, entonces, Él, Dios, viene contigo, y si tú tienes una persona enferma en tu casa, Él, se acerca a ella, y muchas maravillas puede hacer por su fe.

Ayuda a los de tu casa a tener fe, y verás que os unís más.

Cuando me hablan algunos esposos de que su relación se enfría, eso dicen, digo que pongan a Dios como su principal y hablen de Él, de Jesús de Nazaret, y comenten sus deseos, y recen el Rosario juntos, meditando los misterios, porque la vida de Jesús convierte la monotonía de una vida familiar, en un hogar, en Iglesia Doméstica.

P. Jesús

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