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12 de enero de 2016

Martes 12 de Enero de 2.016

Evangelio:

San Marcos 1, 21-28

En la sinagoga de Cafarnaún

Mar 1:21 Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, y luego, el día de sábado, entrando en la sinagoga, enseñaba Jesús.
Mar 1:22 Se maravillaban de su doctrina, pues la enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mar 1:23 Y luego, hallándose en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, comenzó a gritar,
Mar 1:24 diciendo: «¿Qué hay entre ti y nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Te conozco; tú eres el Santo de Dios».
Mar 1:25 Jesús le ordenó: «Cállate y sal de él».
Mar 1:26 El espíritu impuro, agitándole violentamente, dio un fuerte grito y salió de él.
Mar 1:27 Quedáronse todos estupefactos, diciéndose unos a otros: «¿Qué es esto? Una doctrina nueva y revestida de autoridad, que manda a los espíritus impuros y le obedecen».
Mar 1:28 Extendióse luego su fama por doquiera en todas las regiones limítrofes de Galilea.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

En la sinagoga de Cafarnaún

Dios quiere que el hombre viva en paz, que el hombre esté libre de Satanás, de la enfermedad y el pecado; Dios quiere que el hombre cumpla con su Ley, la Ley Santa de Dios, y por eso Jesús curó, sacó demonios y salvó, porque Dios quiere que el hombre, que la persona, ¡que tú!, vivas en paz, para poder decidir lo mejor para ti; y lo mejor para ti es cumplir con los mandamientos.

P. Jesús

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