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11 de octubre de 2016

Martes 11 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 11, 37-41

Ruega a Dios que coma en tu casa

Luk 11:37 Mientras Jesús hablaba, le invitó un fariseo a comer con él; y fue y se puso a la mesa.
Luk 11:38 El fariseo se maravilló de ver que no se había lavado antes de comer.
Luk 11:39 El Señor le dijo: «Mira, vosotros los fariseos limpiáis la copa y el plato por fuera, pero vuestro interior está lleno de rapiña y maldad.
Luk 11:40 ¡Insensatos! ¿Acaso el que ha hecho lo de fuera no ha hecho también lo de dentro?
Luk 11:41 Sin embargo, dad en limosna hasta lo mismo que está dentro, y todo será puro para vosotros».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Ruega a Dios que coma en tu casa

Algunos fariseos hipócritas y gente común, invitan a Jesús, a Dios, a comer en su casa; y Dios va, porque Dios no teme a nadie y ayuda a todos los que le piden ayuda; y una manera de pedir ayuda, es invitar a Jesús a tu casa.

Jesús va a la casa del hipócrita, y le quiere enseñar a vivir sólo de fe, para la fe, en la fe de la caridad, de dar a los demás lo bueno que cada uno tiene dentro, porque Dios a cada uno, dio sus propios talentos, que no necesitan de agua, sino de obras de fe.

Deja el chismorreo, deja de mirar lo que hacen los que no saben, aunque lo hagan con la autoridad del que sabe, sin saber, porque los necios y los hipócritas, imitan bien pero obran mal.

Ya basta de ser como un niño pequeño; de hoy en adelante, deja la hipocresía, el vivir dos vidas, y da tus talentos a los que te ven. No imites a nadie más que al Mesías, a Jesús de Nazaret, el que siempre hizo el bien.

Hazlo así y vivirás.

Ruega a Dios que coma en tu casa; invítalo cuando le veas en la Iglesia, cuando le tengas en Comunión, pero antes, ve a pedirle perdón por tu hipocresía, por tus dudas, por tener dos caras, y las dos sucias.

¡Lávate en la Sangre del Cordero!

P. Jesús

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