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10 de septiembre de 2017

Domingo 10 de Septiembre de 2.017

Evangelio:

San Mateo 18, 15-20

Sólo el pecado es denunciable

Mat 18:15 Dijo Jesús a sus discípulos: «Si pecare tu hermano contra ti, ve y repréndele a solas. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
Mat 18:16 Si no te escucha, toma contigo a uno o dos, para que por la palabra de dos o tres testigos sea fallado todo el negocio.
Mat 18:17 Si los desoyere, comunícalo a la Iglesia, y si a la Iglesia desoye, sea para ti como gentil o publicano.
Mat 18:18 En verdad os digo, cuanto atareis en la tierra será atado en el cielo, y cuanto desatareis en la tierra será desatado en el cielo.
Mat 18:19 Aún más: os digo en verdad que, si dos de vosotros conviniereis sobre la tierra en pedir cualquier cosa, os lo otorgará mi Padre, que está en los cielos.
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Sólo el pecado es denunciable

La juventud, con su fuerza en la gracia santificante, con su audacia en la pureza, y apoyándose en la virginidad y castidad, lleva a muchos a un grado superlativo de soberbia, y les hace ir a dar consejos, no al pecador, sino al que hace las cosas a su manera, manera distinta, pero lícita a los ojos de Dios. 

Hay que hacer examen de conciencia personal, y no “al personal”. 

Es fácil criticar y juzgar; es más difícil, cumplir con el deber. 

Hay una edad, en que las palabras son muy sugestivas y sugerentes, pero la fe no es de palabras, sino de la Palabra, y es para hacer hechos concretos, con la Voz de Dios, que pide oración para ayudarse unos a otros a ser mejores.

P. Jesús

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