10 de mayo de 2016

Joh 17:1 Jesús, levantando sus ojos al cielo, dijo: «Padre, llegó la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique,
Joh 17:2 según el poder que le diste sobre toda carne, para que a todos los que tú le diste, les dé Él la vida eterna.
Joh 17:3 Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo.
Joh 17:4 Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.
Joh 17:5 Ahora Tú, Padre, glorifícame cerca de Ti mismo con la gloria que tuve cerca de Ti antes que el mundo existiese.
Joh 17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que de este mundo me has dado. Tuyos eran y Tú me los diste, y han guardado tu palabra.
Joh 17:7 Ahora saben que todo cuanto me diste viene de Ti;
Joh 17:8 porque Yo les he comunicado las palabras que Tú me diste, y ellos las recibieron y conocieron verdaderamente que Yo salí de Ti, y creyeron que Tú me has enviado.
Joh 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que Tú me diste; porque son tuyos,
Joh 17:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y yo he sido glorificado en ellos.
Joh 17:11a Yo ya no estoy en el mundo, pero éstos están en el mundo, mientras Yo voy a Ti».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»