Sábado 1 de Octubre de 2.016
Evangelio:
San Lucas 10, 17.19-24 Eres uno de los pequeños Luk 10:17 Volvieron los setenta y dos llenos de alegría, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos sometían en tu nombre». Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Eres uno de los pequeños Pequeño hijo, pequeña hija, tú, que tu vocación a la santidad te llevó y te lleva a la vida religiosa, ¡bendito seas en el nombre del Señor! Eres de los pequeños de gran corazón, eres de los pequeños y audaces, eres de los pequeños y humildes, ¡eres de los bienaventurados! Este mes, el padre Jesús, o sea, yo, os quiero hablar con todo mi amor, que siento y tengo para con los religiosos-as, esas antorchas de la fe, que dan luz y calor al Evangelio. ¡Gracias! Gracias, con el corazón lleno de alegría, por haberte decidido a aceptar tu vocación de santidad; eres de los pajarillos que Dios escucha, en tu trinar la oración de tu corazón. ¡Bendito-a! ¡Bendito-a! ¡Bendito-a! Has entendido del Evangelio, la necesidad de la oración, de la entrega en el servicio pleno, completo, permanente, a Dios, a Jesús, tu Salvador. Y la Virgen María, especialmente vela por ti, de noche y día, para que seas fiel a tu vocación, la de una vida para la religión. Sin ti, la Iglesia sufriría mucho más; por ti, la Iglesia reparte muchas muestras de caridad universal. Decidirte a ser religioso-a y cumplir con tu decisión, da a Dios, alegría en su sangrante Corazón, dolorido por el desprecio del mundo, y consolado por ti. Eres bienaventurado-a! Dios Hijo se te reveló y lo aceptaste, como hacen los que comprenden el Evangelio y aceptan ser hijos y testigos de Dios Hijo, el Padre Espiritual de esta generación de santos, donde buscan la morada Celestial y hallan muchos, el desprecio del mundo, viviendo en este mundo, consolados dentro del Sagrado Corazón de Dios y el Inmaculado Corazón de María. Gracias hermanos, benditos del Padre, hijos de Dios. P. Jesús © copyright |